La belleza del caos
Existe una belleza inherente, intrínseca en el caos que me fascina.
El caos es lo más humano que tenemos. Nos empeñamos en querer poner orden a todo lo que nos rodea. La civilización, las personas, por que lado de la calle andamos e, incluso, buscamos poner orden a nuestra cabeza.
Cuando dentro de ella es todo caos;
y ahí es donde reside lo más bello.
La belleza en el caos existe y no tengo ninguna duda. Hay algo inmutable en ello que nos hace ser como somos.
Y aunque es algo que define a las personas más que muchas otras características, queremos entenderlo, queremos buscarle la razón de ser. Luchamos contra nuestro propio ser.
Creamos esquemas mentales basados en el determinismo. En pensar que todo es causa-efecto sin entender que la linealidad no existe. Que la historia, los acontecimientos no pasan uno detrás de otro. El determinismo nos ayuda a entender y clasificar en nuestras cabezas. Sin embargo, esa no es la realidad humana.
La realidad humana es el caos. Es el desorden. Es el que pasen cosas sin que sean cronológicamente clasificables.
El caos es bello porque las personas somos caos. Y, como marcaría la lógica más básica, por ende, el ser humano es bello.
Ese determinismo también lo aplica (bastante) la psicología. Busca ese razonamiento, esa causa que provoco la consecuencia. Resolver todos los actos y los porqués del presente con una mirada en el pasado.
Y hay algo que en ocasiones olvidamos: el ser humano es emocional, no es racional. Lo que nos mueve a accionarnos son las emociones, el cómo nos queremos sentir. Luego, tendemos a vestirlo de una aparente racionalidad por el hecho de que las emociones y el mundo moderno no están bien vistas.
No puedes salir con alguien solo porque se te eriza la piel y te genera un bienestar completo. Tienes que salir con alguien porque cumple con una lista de requisitos.
Si el ser humano es emoción y la emoción es desorden y caos, el ser humano es caótico por naturaleza. Las emociones van y vienen. Se sienten y se contradices, se complementan entre ellas. Al igual que los pensamientos. Estos no fluyen en tu cabeza de forma ordenada como quien pide número en la cola de la carnicería:
Primero pienso en ese problema del trabajo.
Segundo es el turno de la persona que te gusta.
Tercero toca acordarte de tu ex.
¡Ah! Y cuarto turno para pensar qué quieres hacer con tu vida y la crisis existencial de tus 30.
No, eso no ocurre así. Es más bien:
“Ui, ese chico que guapo. Anda, se parece a mi ex. Qué capullo. Después tengo que cerrar esa tarea o no llegamos a la campaña. Lo que me hizo es que no se lo perdono jamás. ¿Hoy el entreno ha sido bueno o me noto floja? Lo echo de menos. Ui, casi tropiezo. Mira ese pájaro es súper azul, ¿cuál debe ser? Capaz mi padre lo sabría. Si me pongo en 30min, lo termino seguro. ¿Y un café? Estoy bien aquí. Bueno, o no. No sé. ¿Sería mejor estar en otro lado? No sé yo si me gusta tanto como creo…”
Y así en un cruce de carretera transitado por pensamientos que entran sin control.
Por eso, me gusta tanto el sudeste asiático. Porque ahí el caos convive con el orden. Hay un equilibrio que me fascina observar. Todo tiene un orden bajo una gran capa de movimiento descontrolado, pero que funciona.
Mientras en otra parte de Asia buscan encerrar el ser humano en un exceso de orden y control. Como en Japón. Un país maravilloso, pero que vive reprimido. Que su gente esconde quien realmente es hasta que se desinhibe con grandes dosis de sake por la noche. ¿Es bello? Sí, pero es una belleza controlada y enmarcada bajo la no aceptación de lo que es realmente el ser humano y su propia expresión.
Escribo desde Koh Samui 🇹🇭 donde he estado una semana antes de saltar a Koh Tao.
✨ En qué estoy metida
A tope con mis dos clientes principales: Colvin y Fit Generation (yay 💪) mientras cierro algunos proyectos puntuales. Estoy taaaan feliz de esta etapa de mi vida.
La e-Guía de Viajes sobre Menorca para que conozcas la isla de una manera local, está disponible aquí. Si tienes pensado ir este verano (o cualquier momento del año), te interesa. Lo he hecho con mucho amor y conocimiento de causa.
CreareSpaces ya tiene forma visual y te va a gustar.
📚 Qué me tiene enganchada
‘Stoner’ de John Williams. Es un novelón. Llevo poco, pero os puedo asegurar que es un novelón. Por su forma de escritura, por cómo te mete dentro de la historia y te hace reflexionar sobre la vida que nos ha tocado a cada uno.
🎶 Qué suena mientras escribo estas líneas
El café moliéndose en la cafetería HERE.
✍️ A mi yo de mañana
Estate orgullosa de donde estás, en quien te has convertido y todo lo nuevo que sigues probando. Nunca dejes de tener primeras veces.
👋 Me gusta conectar con las personas y compartir ideas. Me encantaría que me escribieras por email o en los comentarios y compartamos puntos de vista.
🧠 Si quieres compartir esto con otros,👇
🙋♀️ Si pasabas por aquí y no quieres perderte estas historias y reflexiones,👇