Los recuerdos fluyen en ti
Poco más de 2 meses para despedir 2022. Es 22 de octubre cuando empiezo a escribir estas líneas. Cacofónicamente numérico que me parece incluso redundante. Escribo desde mi salón con Yiruma de fondo. Él acaricia las teclas de su piano mientras yo deslizo mis dedos para escribir.
En este 2022 me he descubierto mucho. Lo que quiero y lo que no. Dónde están los límites y a quién dejas cruzar ciertas líneas. Porque no todo vale. Porque no todos valen. Porque hay hábitos que te llenan más que personas y lugares en los que ser más tú y menos lo que esperan que seas. Porque dentro de ti está todo lo que necesitas y cuando lo descubres y lo sacas al exterior, simplemente, brillas diferente. Este 2022 me ha gustado.
Trastornadamente alocado;
placenteramente enriquecedor.
Y me recuerda que falta poco para que se cumpla un año más de aniversarios que no quiero recordar. De personas que no quiero olvidar, pero que jamás volverán a sentarse a tu vera. Que jamás volverás a ver con un libro en la mano a trasluz en el salón de su casa. Hay personas que se van, pero se queda su luz. Vive dentro de cada recuerdo que fluye en ti y te ilumina cuando más lo necesitas. Segundo 53. Yiruma acelera las notas a su piano.
Las canciones son personas;
hay acordes grabados con nombre propio;
y no habrá tiempo ni lugar que los pueda borrar.
Minuto 1:37 y vuelve a subir la intensidad para calmarla casi en seco en el minuto 2:03. Como el recuerdo y el dolor que se intensifican y se van calmando. Esas notas me llevan a paseos, a tardes de risas, a recuerdos y comidas. Se clavan y se sienten como el primer día.
Nada duele para siempre;
pero ningún dolor se olvida jamás.
Este 2022 me he cuidado más que ningún otro año. Me he querido más y cuidado mis cicatrices. A reír hasta llorar. Y llorar hasta volver a reír. A eliminar corazas que me alejaban del dolor, del sentir, pero también del vivir y que años atrás empecé a construir. Porque si este dolor tenía que sentirlo alguien por mí, me parecía egoísta dejar que pasase. Y ahora me parece precioso porque las lágrimas son ríos de recuerdos que fluyen en cada persona. Será por eso que las notas de Yiruma siempre me recordarán a vosotros y harán que se deshiele mi coraza y ese río sea caudaloso.
Creo que jamás lo he plasmado en palabras;
creo que jamás lo he expresado más allá de con lágrimas;
y este 2022 me ha enseñado a decir más y esconder menos.
Y termina ‘River flows in you’. Y delicadamente Yiruma marca las últimas notas -mi; si; mi; la- siempre será la canción que más os hará brillar en mi recuerdo.
Os echo de menos.