No pasa nada
No pasa nada por sentirte triste un día.
No pasa nada por querer sentirte querida y amada.
No pasa nada por sentirte sola (incluso rodeada de mucha gente).
No pasa nada por querer estar sola.
No pasa nada por comerte un trozo más de pizza (o dos).
No pasa nada por no poder con todo a la vez.
No pasa nada si hoy te tomas el día para ti.
No pasa nada por desenamorarte.
No pasa nada por volver a enamorarte.
No pasa nada por dejarte llevar.
No pasa nada por sentir algo más por tu ‘casi algo’.
No pasa nada por retrasar una entrega.
No pasa nada por no mirar el mail cada 3 segundos. Ni Whatsapp. Ni Instagram.
No pasa nada por tener un mal día.
No pasa nada por no sonreír un día.
No pasa nada por estar de mal humor.
No pasa nada por llorar (tampoco, si eres hombre).
No pasa nada por alegrarte por un día lluvioso.
No pasa nada por estar bloqueada.
No pasa nada por hacer menos deporte.
No pasa nada por no rendir siempre al 100%.
No pasa nada por tener un par de kilos de más.
No pasa nada por no querer hacer nada.
Sí pasa algo, cuando todo lo anterior te impide ser tú. Te impide vivir, disfrutar, aprender de ti y de tus altibajos.
Amiga, date cuenta, que no pasa nada.
Si te gustó, puedes invitarme a un café para seguir despierta y escribiendo textos como este☕️