Nos estábamos tomando un descanso💔
Tecnicismos o emociones: ¿qué pesa más en las relaciones humanas?
Todo millennial que se aprecie. De pura cepa. Le resonará la escena en su cabeza de Ros y Rachel rompiendo. Con una escenografía digna de sitcom, pero con detalles como que ambos llevaban los mismos tonos en sus vestimentas.
Una frase. Mítica. Clásica. “Nos estábamos tomando un descanso💔”. Y vaya descanso. Dio para mucho y sigue dando de que hablar. Incluso el propio David Schwimmer (Ros) sacó este tema en 2020:
El mundo andaba dividido entre si existía o no ese descanso. Bueno, aún lo está. Ros se marchó sin responder a Rachel sobre tomarse ese descanso tras los constantes celos de él. ¿Estoy aquí para poner luz sobre esto🤔? Pues la verdad es que no. Simplemente, me parece un buen ejemplo para hablar sobre: ¿Palabras y ética amorosa? ¿Dónde está el límite entre tomar esta decisión y olvidarte de todo lo pasado? Hay personas que critican que Ros se fuera con ‘la chica de las fotocopias’. Hay personas que critican que Rachel se lo tomara como unos cuernos. Habían pasado 2 horas desde la supuesta ruptura no confirmada. ¿Dónde está el límite de las palabras y los actos? ¿Entre los tecnicismos y la ley en mano; y los sentimientos?
Rachel insiste en que quiere que reconozca que le ha sido infiel. Ros, con la ‘ley’ en la mano, dice que se tomaban un descanso y que era un polvo justo y válido. Y tal vez es verdad que con la ley en la mano no son cuernos, pero Rachel lo sintió así. Lo vivió así. El amor aún estaba ahí por parte de los dos. Porque las leyes, los tecnicismos en una relación no valen. Se siente. Se vive. Duele. Pero que técnicamente no estuvieran juntos no significa que no tenga el derecho de doler.
Que quiero decir con esto, que las emociones mandan. Lo que sentimos, lo que vivimos no lo podemos frivolizar con tecnicismos porque cada uno siente como siente. Invalidar los sentimientos solo por tener la razón ley en mano, no nos hace ganadores, si no perdedores ante toda empatía emocional posible.
Ros Geller no lo entendió y era, más que nada, por cuestión de orgullo. Por no ser el que pierde tras su ataque de celos. Sabe que Rachel solo quiere que reconozca que se equivocó y puede hacerlo desde la base de lo que siente, por ejemplo: “Si lo pienso, puede que yo tenga razón, pero siento que te he hecho daño y te pido disculpas por ello.” ¿Esto es bajarse los pantalones y darle a ella lo que quiere oír? En realidad no. Porque le está diciendo que él no piensa que hizo algo malo (según la ley habían roto), pero entiende y siente que le hizo daño a ella y de eso es de lo que se arrepiente.
Creo que demasiadas veces pensamos en ganar discusiones, quedar por encima de otra persona 🥇. El “te lo dije” o “tenía razón” para demostrar que tú mandas, que eres el de la verdad absoluta. Solo porque nos han enseñado que vivimos en una sociedad competitiva en la que debes quedar siempre por delante. Además, si reconoces tus sentimientos, eres una persona débil. Pero ni se asoma. El reconocer lo que uno siente, el comunicar cómo uno se siente, tiene más valor que determinar una victoria con la ‘ley en mano’. ¿Por qué? Porque valoras a quien tienes delante, a quien has hecho daño o a quien quieres acompañar en un momento dado. “Te lo dije”, en ese momento no es más que meter el dedo en la llaga, buscar ganar incluso ante el dolor ajeno. Porque sí, tú tenías razón, pero ¿acaso eso importa? ¿Acaso es más importante la medalla de la razón que cómo se siente alguien? Ir con el “te lo dije” o “tenía razón” por delante antes que empatizar con alguien, para mí, no es más que un acto de cobardía y de inseguridad. Eso sí te hace inferior a alguien y no superior por tener la razón teórica.
Las leyes las escribimos las personas y lo hacemos cuando nos place, cuando nos sentimos bien (o no), pero lo hacemos con frialdad, sin importarnos nada más. Son, teóricamente y recalco te-ó-ri-ca-men-te, objetivas. La vida no lo es. La vida no es objetiva. Las personas somos seres emocionales y no racionales. Como diría el expertísimo biólogo Humberto Maturana: “Los seres humanos somos seres emocionales, aunque se pretenda renegar de ello. La racionalidad surge de la emocionalidad, de las preferencias y deseos de las personas. Somos una razón emocional.” Los seres humanos hemos inventado las explicaciones, entre ellas, las leyes y los argumentos. Y no olvidemos que toda acción la rige una emoción. En el caso de Ros, la emoción que le lleva a esa acción es la rabia, los celos, la incredulidad de que la persona a quien ama le pida un descanso. En el caso de que tú cambies de trabajo, se rige porque no estás a gusto, no te sientes realizado o te aburre lo que haces. Eso son emociones que te llevan a actuar y moverte.
Al final, tras 3 divorcios, supo reconocer que lo que hizo fue un error porque desencadenó una ruptura definitiva que no quería. Si te fijas, las emociones terminan ganando por encima de los tecnicismos.
Reconócelo, tú también te has escondido bajo un tecnicismo para decir que tenías razón, para ‘ganar’ ante algo o alguien con quien no querías perder. Yo también y nunca me sentí bien al hacerlo, aunque en ese momento no sabía por qué. Especialmente, cuando se trata de personas a las que quieres y, ni digamos, lo que se repite esto en relaciones amorosas. Porque cuando estamos bien, nos llenamos la boca de decir que somos equipo, pero cuando estamos mal, o vemos la oportunidad de remarcar quién es el alfa en la relación, anda que no jugamos esas bazas. Y los narcisistas dominan mucho de este juego.
¿No crees que has perdido invalidando cómo se siente la otra persona solo por ganar? ¿Solo por no reconocer que, aunque tengas razón, sus sentimientos también importan? Yo me he sentido mal. Es por eso que antes de meter el dedo en la llaga con el tecnicismo, cuento hasta 5, pienso lo que debe sentir esa persona, me pongo en su lugar y le explico las cosas. Cuando no sé cómo actuar, pregunto: “¿Qué necesitas de mí? ¿Qué puedo hacer para ayudarte?” Y esas palabras son magia y empatía. En una discusión, tal vez también, porque van a aportar luz al porqué se siente de esa manera antes que atacar con los reproches en la recámara.
Si lees esto y te he hecho sentir mal en algún momento, en alguna situación con tecnicismos innecesarios en esa ocasión, lo siento, de corazón ✨.