Somos personajes de nuestra propia historia
Este texto lo escribí en mis últimos días en Asia. Con dudas. Con preguntas. Con incertidumbre.
Tú decides si eres el protagonista, un secundario o tu propio antagonista. A veces, lo somos todo un poco.
Hay días, momentos, meses que vivimos en una tragicomedia.
¿Griega?
No lo sé.
Pero tragicomedia al fin y al cabo.
En otras, en una comedia romántica con personas fugaces que pasan por nuestra vida y vivimos lo que años en solo días. Caemos en un thriller mental o en una sátira que ni nosotros mismos nos creemos. En todos esos entornos, en todos esos guiones, somos personajes de nuestras propias vidas. Con nuestra misma esencia. Con diferente registro. Y no es malo.
El entorno nos marca.
Tengo curiosidad de ver y entender cómo van a verme mis personas cuando vuelva siendo otra. Cuando mi personaje de este viaje vuelva a un entorno en el que era y se le espera con unos comportamientos y una actitud diferente a la actual. Tengo curiosidad por saber cuántos disfrutarán de este nuevo personaje o me arrastrarán buscando volver a ser la de antes. Cuántos, simplemente, desaparecerán para siempre.
No me arrepiento de haber ido hasta Bali, por ejemplo. Es verdad que no es un sitio en el que me quedaría a vivir porque me gusta demasiado andar. Lo necesito. Me pierdo embobada por las calles mirando los detalles de lo que pasa y ahí eso es imposible. Te mueves de punto A a punto B.
Pero no me arrepiento.
No me arrepiento porque conocí a quién quería conocer. Gente muy diferente, de muchas nacionalidades, pero algo en común: transparencia. Sin egocentrismos. Diciéndonos lo que pensamos, lo que sentimos, lo que somos o nos gustaría ser.
El día de mi despedida hablamos de un tema que me gustó mucho y todo empezaba con un “¿Cómo vas a sentirte al volver?”. Al final, tu entorno es básico para ser de una forma u otra y cuando vuelves siendo alguien diferente, es probable que te juzguen porque no eres la que esperan que seas. La que habían conocido. Compartimos esas sensaciones. Esas visiones.
Y nos despedimos con un “nos vemos en algún otro lugar del mundo”.
Ya volví. Y tenemos encuentro en otro lugar del mundo.
Con mi gente me sentí diferente durante mucho tiempo. Incluso me sentí mal. Me dolió. Pero he creado unos lazos con personas que tenía en mi vida que antes eran como hilos y ahora son cables de acero.
También hay quien no volvió a aparecer y, ¿sabéis qué?, no los echo de menos. Ahora quiero fuerte a mis ‘cables de acero’❤️🔥.
Escribo desde Barcelona 🇪🇸 y puedo celebrar que mi rodilla está mejor, estoy recuperándola y volviendo a entrenar.
✨ En qué estoy metida
En construir mi nueva vida al completo. Cuando salga esta newsletter, ya habré dejado mi trabajo full-time para dedicarme tiempo a mí, a mi salud física y mental, a otros proyectos y clientes y a uno en especial que ya os contaré más adelante que montamos con un muy buen amigo.
Sí, me lanzo a la locura de ser freelance. A la incertidumbre, a la emoción.
🎶 Qué suena mientras escribo estas líneas
Las obras de Barcelona que perturban mi paz mental. Por suerte, escribí este texto con el silencio de un entorno tranquilo, volviendo de Asia.
✍️ A mi yo de mañana
Lo estás haciendo bien. Aunque dudes, lo estás haciendo bien.
👋 Me gusta conectar con las personas y compartir ideas. Me encantaría que me escribieras por email o en los comentarios y compartamos puntos de vista.
🧠 Si quieres compartir esto con otros,👇
🙋♀️ Si pasabas por aquí y no quieres perderte estas historias y reflexiones,👇
🔎 Si te apetece leerme en mi día a día, sígueme en Instagram y en Twitter.